Curiosamente, estos signos que comparten características tan similares, no compatibilizan de una forma satisfactoria, puesto que no son precisamente aspectos de la personalidad que lleven a una convivencia armónica lo que tienen en común.
Aspectos positivos.
Pasión: la sexualidad es un clásico de una pareja entre el león y el escorpión. Es la segunda más apasionada del zodiaco, ya que la primera es la que conforman dos Escorpios. La sexualidad tomará una forma diferente en cada encuentro y Leo se olvidará de su lado conservador ni bien Escorpio se meta debajo de las sábanas.
Determinación: cuando algo se les pone en la cabeza, solo el hecho de haberlo alcanzado será capaz de sacárselo. Esta es una pareja que irá hasta las últimas consecuencias para lograr el bienestar que busca y para crecer en todos los aspectos.
Grandes metas: la ambición de los integrantes de esta dupla por separado puede convertirse en un volcán de logros cuando se juntan. Son imparables cuando se trata de proyectarse para vivir mejor. A los dos les gustan mucho los lujos y harán todo lo posible por rodearse de ellos.
Aspectos negativos.
Territoriales: este es un problema que se convertirá en doble inconveniente, ya que por un lado son territoriales y no permitirán que nadie acceda a cierto punto de su persona e intimidad. Sin embargo, también son personas muy invasivas y algo desconfiadas, por lo que tenderán a arrasar con la privacidad de su pareja. Tendrán que llegar a acuerdos y respetarlos si quieren que funcione.
Dominantes: un dominante necesita de un sumiso, pero en este caso tenemos a dos dominantes que querrán imponerse sobre su compañero. Si no logran controlarse, los problemas se volverán una bola de nieve.
Celosos: cuando ambos comiencen a celarse hasta por cosas muy pequeñas, lo que comenzará siendo un halago, terminará por convertirse en un calvario. Lo mejor es limitar los celos y confiar en el otro.
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